Este fin de semana el poeta Miguel Hernández hubiera cumplido cien años. Con este motivo y entre los actos y conmemorativos de esta efeméride, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), con la colaboración de la Biblioteca Nacional de España, recuerda a Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento con la exposición «Miguel Hernández. 1910 – 2010. La sombra vencida» que recreala trayectoria vital y literaria del autor de El rayo que no cesa a través de más de doscientas piezas, algunas inéditas, -entre manuscritos, fotografías, cartas, pinturas, esculturas, dibujos, documentos, publicaciones y objetos personales- cedidas para la ocasión por más de 40 de instituciones públicas y privadas, entre las que destaca la aportación de la Familia de Miguel Hernández.

La muestra está dividida en cinco secciones:

1. Infancia y juventud en Orihuela, 1910-1936. La primera formación la recibió en el parvulario Nuestra Señora de Monserrate. Después pasó a las escuelas para pobres del Ave María, situadas junto a su casa. Su maestro fue Ignacio Gutiérrez Tienda. Más tarde, entró como alumno externo en el colegio de Santo Domingo, entonces regentado por los Jesuitas. En 1925 su padre decide que deje de estudiar y se dedique a pastorear el ganado de la familia. Sin embargo, su formación continúa de manera autodidacta gracias al acceso a diferentes bibliotecas ―entre ellas la de Luis Almarcha, canónigo de la catedral― y al contacto con un grupo de jóvenes de Orihuela, que formarán la “tertulia de la tahona” (la panadería de Carlos Fenoll) entre los que destacará Ramón Sijé. En 1930, Hernández comienza a colaborar en la prensa local. Sus primeras obras, tanto en poesía como en prosa, nos presentan a un joven poeta que todavía está buscando su propia voz y lo hace recreando los modos de dos corrientes estéticas del momento presentes en Orihuela: el Modernismo, con la figura central
de Rubén Darío, y el Regionalismo a la manera de Vicente Medina y José María Gabriel y Galán.

Este apartado de la muestra reúne, entre otras piezas, algunos de los primeros manuscritos del poeta como “En cuclillas ordeño” (hacia 1924) o un cuadernillo donde él mismo fue recopilando sus poemas de juventud (hacia 1930). Junto a ellos, varios testimonios de su etapa escolar como la inscripción en el colegio de Santo Domingo en 1923 o algunas de sus calificaciones escolares (1923-24).

2. Madrid, 1931-1936. El 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República abriendo un período de esperanzas sociales y culturales. Poco después, en diciembre, Miguel Hernández llega a la capital. Entre 1931 y 1934 realiza sus dos primeros viajes a Madrid, que se presenta al principio como una ciudad inhóspita. Dos importantes revistas reflejan la presencia del escritor en los primeros meses de 1932 e inauguran un mito literario aceptado por él, el del «poeta-pastor». A su regreso a Orihuela, comienza a desarrollar un libro fuertemente inspirado por el gongorismo y la Generación del 27, Perito en lunas, que aparecerá en Murcia en 1933. En su tierra, Miguel Hernández se dedica a escribir frenéticamente, a seguir desarrollando su voz. Será muy importante su contacto con el grupo de poetas e intelectuales murcianos: Carmen Conde y Antonio Oliver, fundadores y directores de la Universidad Popular de Cartagena; los hermanos María y Carlos Cegarra, poetas de La Unión; Raimundo de los Ríos, director del suplemento cultural del diario La Verdad y la editorial Sudeste. En 1932, durante una estancia en Orihuela, conoce a Josefina Manresa, con quien se casará cinco años más tarde.

A mediados de 1934, en un tercer viaje, llevará a Madrid un auto sacramental, Quién te ha visto y quién te ve, y sombra de lo que eras, que le publicará José Bergamín en la revista Cruz y Raya. A partir de este momento, y sobre todo durante el cuarto viaje, se inicia un giro vital y poético: obtiene trabajo en la redacción de la enciclopedia Los toros, bajo la dirección de José María de Cossío. En 1935 Hernández entra en contacto con los artistas de la Escuela de Vallecas. Benjamín Palencia, Alberto Sánchez y Maruja Mallo, entre otros, forman con Hernández una conjunción estética que en el poeta de Orihuela se evidenciará en un nuevo tratamiento de la naturaleza y la materia. También está en desarrollo, por su colaboración con Cossío y por su amistad con Maruja Mallo, el tema taurino. Ese mismo año participa en las Misiones Pedagógicas que el Gobierno de la República había puesto en pie para extender la cultura en los sectores populares. Traba amistad con Pablo Neruda, Vicente Aleixandre y otros poetas que influyen en su manera de entender la poesía: la vanguardia literaria le atrae poderosamente. Además, accede a nuevas perspectivas ideológicas en las que el argentino Raúl González Tuñón y Delia del Carril serán referentes fundamentales. El poema “Sonreídme” da cuenta de esta evolución hacia un nuevo tipo de poesía.

Entre las piezas que destacan en este apartado de la exposición están las primeras ediciones de algunos de sus libros como Perito en lunas (Murcia, ediciones Sudoeste, 1933) y El rayo que no cesa (Madrid, Héroe, 1936); revistas en las que publicó poemas como los números 16 y 17 de Cruz y Raya (Madrid, agosto de 1934), la Revista de Occidente (Madrid, diciembre de 1935) donde publicó su “Elegía a Ramón Sijé y otros poemas” o todos los números de El gallo crisis (Orihuela, 1934 y 1935). Junto a ellos, diversos manuscritos de su producción literaria como el ilustrado de Perito en lunas (originalmente el libro iba a llamarse Poliedros); el manuscrito de la novela inacabada La tragedia de Calisto (hacia 1932); el manuscrito de Imagen de tu huella (entre 1934 y 1935), del que Hernández seleccionó poemas para incluirlos en El rayo que no cesa o el manuscrito ilustrado del poema “Elegía media del toro”.

Este apartado de la exposición se cierra con obras de arte de algunos de los representantes de la Escuela de Vallecas vinculados a Miguel Hernández como los retratos que le dibujaron, a carbón y lápiz, Javier Clavo (hacia 1940) y, a tinta, Benjamín Palencia (hacia 1935) que el visitante puede contemplar junto a otras obras de Palencia: Villar del pedroso (1926), Composición (1933) y Retrato de Alberto (1932). Alberto Sánchez está presente, por su parte, con la maqueta de El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella (1936) mientras que de Maruja Mallo se pueden ver algunas de sus Arquitecturas vegetales. Junto a ellos, otros artistas destacados de la época como José Gutiérrez Solana (La tertulia del café Pombo, 1920) Ramón Gaya (Retrato de José Bergamín, 1961) y Juan Bonafé (Retrato de José María de Cossio, 1961) así como algunos dibujos que Miguel Hernández realizó para ilustrar sus poemas de Perito en lunas (hacia 1931).

3. La guerra, 1936-1939. No fue durante la guerra un poeta de retaguardia. El 23 de septiembre de 1936 se alista al 5º Regimiento y en ese mismo mes se afilia al Partido Comunista. Su poesía se hace literalmente en los frentes (Madrid, Andalucía, Extremadura…) y refleja inicialmente la lucha y la esperanza en su libro Viento del pueblo. Sin embargo, poco a poco va construyendo el presentimiento de la derrota en El hombre acecha. Junto a la producción poética, que va apareciendo de manera dispersa en periódicos, desarrolla una labor como cronista en los diferentes frentes. Escribe en Milicia Popular, Al Ataque, Frente Sur, Ayuda, etc. En el mes de julio de 1937, participa en el II Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura que tiene lugar en Valencia, donde firma la famosa «Ponencia colectiva». A finales de agosto, viaja durante poco más de un mes a la URSS con la legación española para asistir al V Festival de Teatro Soviético. Aparece Viento del Pueblo así como la obra teatral El labrador de más aire y las piezas breves contenidas en Teatro en la guerra. El 9 de marzo de este mismo año, contrae matrimonio civil con Josefina Manresa. En diciembre nace su primer hijo, Manuel Ramón, que fallecerá en octubre de 1938. A lo largo de 1938, presiente el final de la guerra. En enero de 1939, hay un nuevo motivo de esperanza personal con el nacimiento de su segundo hijo, Manuel Miguel. En marzo, con la caída de los últimos frentes militares y la crisis política de Madrid provocada por el golpe del general Casado, decide no asilarse en la embajada de Chile, como le había recomendado Neruda. Tras un breve regreso a su tierra, inicia el 18 de abril una huida
de la que será detenido tras pasar la frontera portuguesa.

Los frescos de Luis Quintanilla Hambre (1939), Soldados (1939) y Dolor (1939) evocan esta etapa de la vida del poeta, que se completa con algunas de las cartas que le envió a Josefina Manresa contándole el inicio de la guerra en Madrid (1936), su viaje a Orihuela para casarse con ella (1937) o sus impresiones sobre Moscú (1937) y Valencia (1939), así como ejemplos de su producción literaria de esa época: Viento del pueblo (Ediciones Socorro Rojo, 1937), El labrador de más aire (Nuestro Pueblo, 1937), Teatro en la guerra (Nuestro Pueblo, 1937) o la primera edición de El hombre acecha (Tipografía Moderna, 1939) que no se llegó a distribuir y ha llegado hasta nosotros gracias a este ejemplar que salvó de la destrucción José María de Cossío.

4. La cárcel, 1939-1942. Desde finales de abril de 1939 inicia una fuga imposible. El 4 de mayo es detenido entrando a Portugal y entregado a la policía española en Rosal de la Frontera (Huelva). Después de pasar por varias cárceles ―Huelva, Sevilla, Torrijos― el 17 de septiembre es puesto en libertad, pero, en lugar de intentar huir de nuevo, se dirige a Orihuela, donde es nuevamente apresado días después. Allí continúa una itinerancia carcelaria ―Conde de Toreno, Ocaña, Palencia y Alicante― que dura hasta el final de su vida el 28 de marzo de 1942.

En la cárcel continúa la escritura de lo que conocemos como Cancionero y romancero de ausencias. Lejos de su mujer, de su hijo, de la libertad, de la vida, en definitiva, transmite siempre el dolor junto a la esperanza. En enero de 1940 se le somete a un consejo en el que es condenado a muerte. Su sentencia dice así: «Que debemos condenar y condenamos al procesado Miguel Hernández Gilabert, como autor de un delito de adhesión a la rebelión, a la pena de muerte». Seis meses después, se produce la conmutación de la pena por la inferior en grado: 30 años. Son meses en la galería de una cárcel luchando por la supervivencia y la escritura. Todo el proceso es un símbolo de la ilegalidad de la justicia de los vencedores. En 2010 apareció un segundo proceso (Sumarísimo 4487) incoado en Orihuela tras su libertad y nueva detención en septiembre de 1939.

En este apartado de la exposición se puede ver por primera vez el manuscrito con los cuatro cuentos que el poeta escribió en la cárcel -El potro oscuro; El conejito; Un hogar en el árbol y La gatita Mancha y el ovillo rojo- de los que los dos últimos han permanecido inéditos hasta ahora. Escritos para su hijo, probablemente entre julio y diciembre de 1941, son sobre todo cuatro metáforas de libertad que reflejan las últimas ausencias del poeta. El apartado se completa con una selección de pinturas realizadas en prisión por Ricardo Fuente, Eusebio Oca y Gastón Castelló, compañeros de cárcel del escritor.

5. Homenajes y censuras. Tras su muerte, varios contemporáneos reflexionaron sobre el valor de su obra y el significado de su ejemplo. Al filo de los años sesenta, las publicaciones y homenajes encuentran lugar sobre todo en el extranjero, mientras que en España la censura intentaba impedir -en intervenciones que duraron hasta 1976- que su obra fuera publicada y su nombre recordado como reflejan algunos expedientes administrativos e informes policiales que se muestran en este apartado de la exposición junto a documentos de censura de sus obras teatrales y poéticas.

La exposición se cierra con diversas ediciones de sus obras, discos basados en sus poemas, revistas, cuadros, retratos, ensayos sobre su legado literario… que sirven como muestra de la vigencia de su obra. Junto a ellos, el visitante puede encontrar testimonios de Octavio Paz, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda, entre otros.

Catálogo

Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo en dos tomos. El primero incluye, además de los textos institucionales y las piezas que alberga la exposición, ensayos de Juan Cano Ballesta (La reelaboración de la imagen de Hernández a partir de los años 60); Carmen Alemany Bay (Manuscritos y creación de los poemas); Miguel Ángel Lozano Marco (El mundo cultural de Orihuela); Francisco Javier Díez de Revenga (Miguel Hernández y su retorno a la lírica tradicional: teatro y cancionero); Guillermo Carnero (Miguel Hernández y la poesía pura); Mercedez López-Baralt (Tradición y Vanguardia: las fuentes múltiples de Miguel Hernández); Jesucristo Riquelme (El teatro de Miguel Hernández); Agustín Sánchez Vidal (La forja de un poeta); Manuel Aznar Soler (La visión del exilio sobre Miguel Hernández); José Carlos Rovira (La guerra y la cárcel); María Marco Duch (Miguel Hernández y la Escuela de Vallecas); Esther López Sobrado (La obra de Luis Quintanilla y Miguel Hernández). El tomo se completa con la transcripción de los cuatro cuentos inéditos que Miguel Hernández escribió en la cárcel, así como la edición facsimilar de los mismos.

El tomo II, prologado por Enrique Cerdán Tato, reúne una antología de textos históricos sobre Miguel Hernández, seleccionados por Francisco Escudero, y escritos por autores como Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Antonio Buero Vallejo, Alejo Carpentier, Gabriel Celaya, José María de Cossío, Juan José Domenchina, Ramón Gaya, Juan Gil-Albert, José Agustín Goytisolo, Nicolás Guillén, Ángel Lázaro, Leopoldo de Luis, Juan Marinello, Pablo Neruda, Eduardo Ontañón, Octavio Paz, Alberto Sánchez, José Ángel Valente, Luis Felipe Vivanco y María Zambrano.

Ciclo de conferencias
Con motivo de la exposición la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) con la colaboración de la Biblioteca Nacional de España ha organizado un ciclo de conferencias que reunirá a tres poetas y tres novelistas, de tiempos diferentes, que reflexionarán sobre la figura y el legado poético de Miguel Hernández. José Carlos Rovira, dirige este ciclo que se celebrará en el salón de actos de la BNE a las 19:00 h. y en el que participarán Jaime Siles (4 de octubre. Lectura transversal de Miguel Hernández), Guillermo Carnero (7 de octubre. Ellegado poético de Miguel Hernández); Juan Carlos Mestre (21 de octubre. Miguel Hernández: la huella de la utopía); Enrique Cerdán Tato (28 de octubre. Miradas); José Luis Ferris (4 de noviembre. Frente a Miguel Hernández: una experiencia viva) y Agustín Sánchez Vidal (11 de noviembre. Donde culmina el verso).

Organiza: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC)
Colabora: Biblioteca Nacional de España
Comisario: José Carlos Rovira
Vicecomisaria: Claudia Comes
Documentalistas: Alba Guzmán, Jesucristo Riquelme, Francisco Escudero Galante,
Coordinación técnica: Manuel Mortari (SECC), Montserrat Perero (SECC),
Diseño de la exposición: Estudio BLG
Montaje: Alcoarte
Sedes y fechas:
Biblioteca Nacional de España
Del 4 de octubre al 21 de noviembre de 2010
Horario: De martes a sábado de 10:00 a 21:00 h.
Domingos y festivos de 10:00 a 14:00 h.
Último pase 30 minutos antes del cierre
Palacio de Congresos de Elche
De diciembre de 2010 a febrero de 2011
Entrada gratuita

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1 COMENTARIO

  1. Admirable presentación del Poeta y de la exposición.
    Objetiva, extensa, precisa y completa Biografía de Miguel Hernández.
    Gracias.
    Gonzalo Cuesta.

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