Como viene ocurriendo desde finales de los ochenta, el Palacio albergará exposiciones organizadas por el Museo Reina Sofía.

“Miralda. De gustibus non disputandum” es la exposición que el Museo Reina Sofía ha programado con motivo de la reapertura del Palacio  de Velázquez de El Retiro, cerrado desde 2005.

Después de permanecer cerrado durante cinco años, el Palacio de Velázquez vuelve a abrir sus puertas  para que el público que se acerque al madrileño Parque de El Retiro tenga la oportunidad de contemplar, de manera gratuita, las exposiciones que acoge.

El edificio presentaba múltiples deficiencias antes de acometer las obras y por ello fue preciso realizar un proyecto de ejecución de conservación y restauración con el objeto de subsanar el mal estado general en que se encontraba. La intervención ha consistido, fundamentalmente en la sustitución de las  cubiertas;  cambio del solado del Palacio; ampliación del sótano para ubicación de nuevos cuartos de instalaciones y la revisión y actualización de todas las instalaciones existentes de climatización, iluminación, fontanería, saneamiento, protección contra incendios y seguridad. Arquitectónicamente se has eliminado unas oficinas situadas en un primer nivel de manera que El Palacio ha quedado más amplio, sin elementos que distorsionen visualmente el espacio.

Este edificio singular fue construido en 1883 por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, por encargo del Ministerio de Fomento, para ubicar el pabellón principal de la Exposición Internacional de la Minería, Artes Metalúrgicas, Cerámica, Cristalería y Aguas Minerales. Fue realizado siguiendo las líneas maestras de la arquitectura de hierro y cristal tan de moda en Europa a raíz de la exposición Universal de Londres de 1851.

El Palacio tiene planta rectangular con cuatro torreones en las esquinas y una nave central transversal terminada en una amplia bóveda de medio cañón de mucha altura. La planta es de gran amplitud y luminosidad y cuenta con claraboyas y ventanales en las bóvedas. La fachada está realizada en ladrillo de dos colores y en ella destacan los elementos decorativos en relieve y, sobre todo, en cerámica, realizada por Daniel Zuloaga.

Desde su construcción siempre ha albergado importantes muestras de artes plásticas: Anish Kapoor, Martín Chirino, José Manuel Broto, Juan Muñoz, Cindy Sherman, José María Sicilia, Cristina Iglesias, Andreas Gursky, Nan Goldin, Kuitca, Juan Uslé, Axel Hütte o Julian Schnabel, son algunos de los artistas cuya obra se ha exhibido en el Palacio de Velázquez desde finales de los ochenta. En otoño abrirá sus puertas una exposición dedicada al fotógrafo Mylayne y en mayo de 2011 el Palacio acogerá la obra del pintor Leon Golub.

A partir de mañana y hasta el 11 de octubre el público podrá visitar  la primera gran retrospectiva de Antoni Miralda (Tarrasa, Barcelona, 1942). La exposición “Miralda. De gustibus non disputandum” propone un recorrido por su amplia trayectoria partiendo de un contexto histórico y artístico global, desde sus primeras obras y ceremoniales públicos realizados en París en la década de los sesenta, hasta las grandes intervenciones intercontinentales del proyecto Honeymoon (1986-1992), para llegar al FoodCulturaMuseum (2000-2010), su  proyecto más reciente. La muestra se compone de instalaciones, montajes fotográficos, proyecciones de películas, esculturas/monumentos, objetos y dibujos preparatorios.

“Miralda. De gustibus non disputandum” es la retrospectiva más importante que se ha hecho hasta ahora del artista catalán, Antoni Miralda. La exposición que el director Manuel Borja-Villel presenta junto al artista Antoni Miralda (Tarrasa, Barcelona, 1942) propone un recorrido por su amplia trayectoria partiendo de un contexto histórico y artístico global. Desde sus primeras obras y ceremoniales públicos realizados en París en la década de los sesenta, hasta las grandes intervenciones intercontinentales del proyecto Honeymoon (1986-1992), para llegar al FoodCulturaMuseum (2000-2010), su  proyecto más reciente.

La muestra se compone de instalaciones, montajes fotográficos, proyecciones de películas, esculturas/monumentos, objetos y dibujos preparatorios. Destaca la presentación de Stomak Digital, una base de datos o archivo digital que pone a disposición del usuario toda la obra del artista hasta la fecha, digitalizada y ordenada por temáticas o tipologías.

La obra de Miralda, inseparable de un contexto social y político, es un trabajo de observación «sobre el terreno» cercano a la etnología. El artista aborda aspectos desatendidos en la práctica del arte, entre ellos el de los alimentos como experiencia artística y la implicación del público participante en el acto creador. A través de acciones ceremoniales, Miralda pone en escena minuciosas coreografías, fiestas de los sentidos y de la vida. La ritualización de la comida, su preparación, coloración, ofrenda o consumición, se convierten en magnífica celebración de lo imaginario hecha realidad por centenares de participantes.

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