Patrimonio Nacional en colaboración con la Academia de la Historia y gracias al patrocinio de la Fundación Banco Santander, han presentado en el Palacio Real la exposición “Corona y arqueología en el siglo de las luces”, una muestra que resalta la importancia fundamental que tuvo la monarquía española en el desarrollo de la arqueología universal.

Se trata de una exposición muy original, ya que nunca antes se había abordado este tema en ningún proyecto expositivo y además el discurso científico de la muestra aborda  no solo la arqueología sino otros temas tangenciales de la época de la luces como la modernidad, las primeras investigaciones del patrimonio histórico, las relaciones de España con America o el origen de algunas de las instituciones culturales más importantes de nuestro país como la Real Academia de la Historia, la Real Biblioteca, las colecciones del Museo del Prado, etc.

A través de seis secciones de carácter cronológico y temático los comisarios de la muestra, el profesor Martín Almagro y el doctor Jorge Maier, presenta un recorrido expositivo en el que, ante todo, se resalta el papel decisivo que tuvieron los monarcas borbónicos en el desarrollo de la ciencia arqueológica gracias al gran impulso que durante el siglo XVIII la Corona española dio a las expediciones arqueológicas, al estudio de la antigüedad y al avance cultural y científico del reino, destacando especialmente la figura de Carlos III quien como ha citado Almagro “fue el mayor arqueólogo de la historia”.

De este modo “Corona y arqueología en el siglo de las luces” comienza con un pequeño guiño a los Austrias, a quienes se ha reservado la primera sala de la muestra en la que se remarca el interés por la antigüedad de estos monarcas  quienes veían en ella un buen instrumento de manipulación política y que ya fueron conscientes de la importancia de la materia, como es el caso de Felipe II quien realizó el primer gran inventario sobre el patrimonio histórico español.

Tras esta breve introducción el visitante podrá profundizar en la gran labor que Felipe V y su esposa Isabel de Farnesio realizaron en pro del aumento de las colecciones reales, en concreto de esculturas, con piezas tan relevantes como el “Grupo de San Ildefonso” del que se muestra un fantástico vaciado o del “Puteal de la Moncloa”, cedido para la ocasión por el Museo Nacional de Arqueología. A su vez se presta especial atención a uno de los mayores hitos culturales del reinado, la fundación de la Real Academia de la Historia, mostrando entre otros objetos su cedula fundacional o la curiosa “Caja de elecciones” con la que se elegía a los académicos.

La cuarta sección de la muestra esta reservada al reinado de Fernando VI quien, a pesar de su breve estancia en el trono,  promovió intensamente el estudio de las antigüedades dando su apoyo a estudiosos como el  agustino Enrique Florez quien en su obra “España sagrada” aportaba importantísima información sobre las antigüedades en España, o el Padre Panel, pionero en los estudios numismáticos quien incluso creó uno de los primeros muebles monetarios presente en la muestra. Además Fernando VI no dudó en financiar  al Marques de Valdeflores en su “viaje por las antigüedades de España”, lo que fue la primera gran expedición arqueológica en nuestro país centrada especialmente en las ruinas de Mérida de la que  se muestran planos y alzados arqueológicos.

Pero si hay algún monarca clave en la historia de la arqueología y de las antigüedades ese fue sin duda “el rey arqueólogo” Carlos III, en quien se centra el resto de la exposición. En primer lugar por su apoyo decisivo a las excavaciones de Pompeya y Herculano en las que estuvo involucrado personalmente y las cuales revolucionaron y transformaron la ciencia arqueológica, además se ha de señalar el pensamiento ultramoderno del monarca, quien, al contrario de otros monarcas y jefes de estado de  su época e incluso de épocas posteriores, decidió no expoliar ni una sola piedra de las excavaciones para lograr un estudio contextualizado de los descubrimientos allí acaecidos y preservar su estado para las generaciones futuras.

Tras la revolución que Pompeya y Herculano supusieron no solo para la ciencia arqueológica sino para todo el panorama cultural y el gusto de la época, Carlos III también  impulsó la revalorización de las antigüedades árabes de nuestro país y del resto de la arqueología hispánica representadas en la muestra por piezas tan impactantes como un precioso jarrón nazarí de Hornos o la impresionante escultura de  “Trajano de Itálica”.

Una de las aportaciones más novedosas de la exposición es la sala dedicada al nacimiento de la arqueología americana, también promovida por Carlos III y continuada por Carlos IV,  cuyos hitos más relevantes fueron el descubrimiento de la antigua ciudad maya de Palenque en México y  la fundación de la Academia de San Carlos de México, en la que se estudiaría y conservaría el importante patrimonio histórico precolombino y que queda ilustrada en la muestra con distintos libros y documentos de la época y un espectacular calendario maya en piedra caliza de inmensas dimensiones.

Por último la exposición dedica un pequeño espacio al reinado de Carlos IV quien heredó de su abuelo la preocupación por el desarrollo de la arqueología  y apoyó decisivamente los estudios en la materia hasta que su labor fue truncada por la invasión francesa.

Se trata de una muestra repleta de contenido, densa pero tremendamente interesante en la que el visitante podrá descubrir la esencial importancia de los Borbones hispánicos en el desarrollo de la arqueología y en la protección del patrimonio histórico cultural tanto español como extranjero.

Marta de Orbe

“Corona y arqueología en el siglo de las luces”

Palacio Real de Madrid

Del 16 de abril al 11 de julio.

Artículo anteriorConcurso de fotografía 2010 de la Biblioteca Nacional
Artículo siguienteEl CA2M presentará «Fetiches críticos» una reflexión sobre nuestro sistema económico

Los comentarios están cerrados.