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Juguetes algo más que un juego. Juguetes de colección

Adentrarse en el mundo del juguete es como viajar con Alicia a un mundo desconocido y misterioso de la mano de Lewis Carrol. Los viejos y destartalados compañeros de juegos infantiles se han convertido en objeto de culto para los coleccionistas en un mercado en el que no existen reglas fijas, sobre todo en España, lejos aún de los grandes circuitos jugueteros internacionales.

María Jesús Burgueño

Mientras que en España se buscan Mariquitas Pérez y Juanitos, en las grandes subastas de Londres o Francfort se puja por los primeros juguetes fabricados en serie, carruajes de principio del siglo XVIII de las marcas alemanas Ludwig Lutz y Rock&Graner, casi todos sin marcar, ya que la única forma de fechar estas piezas es por el ropaje de los cocheros y pasajeros. Ludwig Lutiz fundó la compañía Lutz Ellewangen An der Jagst de Alemania en 1846 en donde se fabricaron los primeras carruajes de cuerda, trenes y barcos. En 1891 la compró Märklin. Por su parte, Rock&Graner (Alemania) fundada en 1813, está considerada la casa más señera en  juguetes de hojalata.

La casa francesa Charles Rossignol, fundada por un empresario galo del mismo nombre, fabricó los primeros coches de hojalata con motor hacia 1868 y firma sus creaciones con la marca C.R. Encontrar un ejemplar con su caja completa puede ser una maravilla, ya que se vendían con estaciones y cocheras. Otros juguetes importantes a tener en cuenta son los que aparecieron antes de la II Guerra Mundial, vehículos de hojalata que imitaban a los auténticos que circulaban por las carreteras, entre los más interesantes los franceses de Henry Vichy, que fabricó algunos vehículos muy lujosos en la década de 1890, con terciopelo y seda, que adquieren unos precios muy altos en las subastas internacionales.

Los pioneros
Si encuentra un ejemplar firmado Märklin debe saber que está ante otra joya para los coleccionistas los mejores son los realizados entre 1895 y 1914, hechos a mano con un metal grueso, cuero y algunas piezas desmontables. Theodor Friedrich Wilhelm Märklin fundó en 1859 la mayor compañía de juguetes de hojalata. Primero fueron las cocinitas de alcohol y gas, más tarde trenes, coches, barcos y aviones. Los juguetes de la compañía  Bing, fundada en 1863 por los hermanos Ignaz y Adolf Bing, son, sobre todo, barcos, coches y trenes de hojalata, de los que se fabricaron miles en Nuremberg (Alemania) aunque hoy son muy difíciles de encontrar. Estos juguetes también se vendieron en cajas pintadas con un fondo de paisaje o en cajas de madera con el sello Gamages. Los mejores juguetes de esta casa son anteriores a la I Guerra Mundial. Las marcas que podemos encontrar de Bing son G.B.N. a partir de 1863 o las iniciales B.W. para las piezas de 1917 a 1932. Las marcas J.D. sobre un cardo o las marcas J.D.N. sobre un globo terráqueo, corresponden a los juguetes penny, llamados así por su precio (un penique), realizados con material muy barato, miden entre 8 y 10 cm. Los más populares son los realizados por la fábrica Distler (propiedad de John Distler) a partir de 1900. Unos años más tarde la compró Trix y dejó de producir en 1930. Los vehículos de la casa francesa Carette destacan por su elegancia, casi todos funcionaban con cuerda o volante de inercia. El francés Georges Carette, fabricó juguetes de hojalata, desde 1886, en Nuremberg, Alemania, que después vendía a Bing y Bassett-Lowke. Sus mejores producciones son las realizadas entre 1905 y 1914, tres años después cerró la fábrica.

La compañía Jouets de Paris fue bautizada así en el año 1928, pero anteriormente fabricó juguetes bajo el nombre de Sociéte Industrielle de Ferblanterie (fundada en 1899). Especializada en vehículos de lujo de los años 1920 a 1930 fabricó coches como el Hispano Suiza de 52 cm, el Delage y el magnífico Rolls Royce. Y en la misma época Citroën fabricó, unos coches en miniatura, estos aparecían en el mercado al mismo tiempo que el automóvil real. Les Jouetes Citroën se fundó en 1923, en Francia, con el objetivo de promocionar los auténticos coches. En 1936 se especializó en la fabricación de hojalata.

En cuanto a los barcos, Märklin, Carette, Bing, fabricaron  algunos ejemplares que medían más de un metro de largo, con motores o cuerda. Muy pocos de estos ejemplares han sobrevivido a la oxidación. También los aviones o los Zeppelins, anteriores a 1914 de la marca Carette, concretamente los biplanos tipo Wright y el monoplano Blériot, son piezas muy escasas ya que se fabricaban con una hojalata muy fina que se abollaba y oxidaba con gran facilidad, los que mejor se han conservado son los juguetes penny. En este repaso por la historia de juguetes legendarios por los que algunos coleccionistas pagarían fortunas no podemos olvidar a Fernand Martin en París y Lehmann en Alemania que fabricaron juguetes en hojalata y los comercializaban acompañados de cajas muy atractivas, que valen hoy día casi tanto como su contenido. Martin se lanzó, en 1878 a la fabricación de juguetes nuevos, divertidos, pintados a mano y sobre todo baratos (payasos, borrachos, burritos, etc.) que aún se encuentran a precios asequibles. Por su parte Lehmann se centró en los medios de transporte originales, con unos materiales baratos. En 1920 fabricaba más de 80 modelos diferentes. Estos juguetes van marcados con el nombre de la compañía y con los detalles de la patente grabada en la hojalata. Los precios en las subastas no suelen subir mucho. Ernst Paul Lehmann fundó la compañía en 1881, es de las pocas que aun siguen abiertas. Estuvo cerrada desde 1949 hasta 1951.

Otro gran fabricante fue Einfalt (George y Johann) que después de la II Guerra Mundial fabricó en Nuremberg juguetes sobre pista, su marca es G.E.N. desde 1922 y después de 1935 Technofix. En cuanto a los juguetes británicos de hojalata se elaboraban desde el siglo XVIII, pero es en el XIX  cuando tiene un poco de interés. En el siglo XX comenzaron a fabricar cocinas y básculas cuyo principal artífice fue James Norris. Como Budgie Toys se comercializaban los juguetes troquelados británicos de Morris&Stone, no suelen ser de muy buena calidad y hay más de 60 modelos. Esta compañía estuvo produciendo desde 1960 hasta 1970.

Juguetes entre dos guerras

La mejor época para los coleccionistas es la década de  los 30, destacando los ejemplares de compañías como Wells,  Hornby, Chad Valley o la Mettoy. También los americanos Geoge Brown o Louis Marx fabricaron juguetes que han alcanzado cotizaciones muy altas en el mercado. A.W. Wells  desde 1923 fabricó en Londres los primeros juguetes con la técnica de la litografía. En 1932 compró Brimtoy. El británico Frank Hornby fabricó juguetes desde 1901. Tenía sucursales en EE.UU. y Francia. (son famosos sus trenes y mecanos). Anthony Bunn Johnson fundó la compañía Chad Valley en 1820 (Birmingham). En 1930 se especializó en hojalata. El fundador de la compañía Mettoy fue el británico Philip Ullmann  (1930). En 1960 se cambió el nombre por Corgi. George Brown (EE.UU.) fundó en 1856 la primera compañía de juguetes de cuerda. En esta relación no podía faltar el magnate juguetero Louis Marx (EE.UU.) que compró muchas fábricas siendo en 1920 el mayor fabricante de juguetes del mundo. A partir de 1950 se especializa en plástico.

Los trenes, especialmente las locomotoras, son los objetos de colección más demandados

Los trenes hacen historia
Hablando de trenes son clásicas las denominadas goteadoras Birminghan o meonas,  las primeras locomotoras de juguete que no necesitaban raíles, accionadas por vapor que solían perder agua. Fabricadas por compañías británicas o francesas como Stevens´s Model Dockyard o Clyde Model Dockyard son muy difíciles de encontrar. Las locomotoras se clasifican por el número de ruedas, por ejemplo 4-6-2 significa que tiene cuatro ruedas directrices, seis motrices y dos de arrastre. Las locomotoras victorianas (conocidas como piernas de cigüeña) en Europa son del tipo 2-2-0. Newton & Co., británica, fabricó piezas de gran calidad, de latón sin pintar. Al final del siglo XIX aparecen los trenes en miniatura. Märklin fue el primero en lanzar al mercado un tren con un sistema estándar de ancho de vía que iba del 1 al 4 (este ancho se medía desde el centro del raíl. A partir de 1930 se medía desde el borde interior). La medida entre los fabricantes aunque era igual no la marcaban de la misma manera por ejemplo un ancho de vía 4 de Bing, corresponde a un 3 de Märklin.

Las mejores locomotoras pueden encontrarse en las casas de subastas a precios que oscilan entre el cuarto y el medio millón de pesetas. Estamos hablando de los trenes fabricados por Jean Schoenner, Bassett-Lowke o Carette (sus locomotoras son las más caras en el mercado). Las de la marca Bing, pesadas y con pocos detalles, son fáciles de encontrar en las subastas a precios inferiores. Las Märklin (lujosos trenes, los mejores a partir de 1900), vuelven a encarecerse. Los primeros trenes eléctricos vienen de la mano de la empresa norteamericana Voltamp, que llegaron a Europa en 1900. La primera locomotora de hierro forjado la fabricó Eugene Beggs de Nueva Jersey en 1875, los vagones eran de cartón. El norteamericano Edward R. Ives fabricó una gran cantidad de trenes durante un corto periodo de tiempo (hasta la Depresión), y son frecuentes en las subastas.

En España, el triángulo juguetero está constituido por las localidades de IBI, Denia y Onil

Payá y Rico, juguetes para la historia
La historia del juguete español está ligada al desarrollo de la actividad industrial en Ibi que se inicia en el tránsito del siglo XIX al XX. Los habitantes de Ibi cambiaron su vieja actividad agraria y de recogida de nieve por la transformación de la hojalata en juguetes gracias a los Payá. Esta familia comenzó a vender por los mercados de la comarca una amplia variedad de tazas, platos, candiles, regaderas y otros utensilios en miniatura destinados a los niños. Según José R.Valero, estudioso del juguete levantino, los Payá compatibilizaron su hojalatería tradicional con la construcción de los primeros juguetes, hasta que en 1909 ya acudieron como jugueteros a la exposición regional valenciana. Payá Hermanos se constituyó formalmente en 1912, dos años después de que iniciara sus actividades otra fábrica Ibense que con los años se convertiría en Rico S.A. Durante la época republicana ya se producían juguetes sofisticados como trenes eléctricos, o proyectores de cine. Tras la Guerra Civil se produce un periodo de decadencia recuperándose la producción en los años 50 y 60 con los trenes eléctricos como gran estrella.

Por lo que respecta a los datos fundamentales de la marca Rico podemos señalar que en el año 1910 Agapito Verdú, Miguel Pina, Jaime Bostand y Juaquín Doménech, extrabajadores de Payá hermanos fundan la que sería la segunda empresa de juguetes de Ibi: “Verdú y Cía”. En 1919 se une a  ellos el fabricante de muñecas Santiago Molina Rico formando la empresa “Verdú, Rico y Cía- La Hispánica Artística”. En 1922 Rico se hizo con el control de la compañía y le puso el nombre con el que ha pasado a la historia: Rico S.A. La crisis de los años 70, la irrución del plástico y el alto precio de la mano de obra necesaria para el montaje de los juguetes de hojalata dio al traste en 1984 con la compañía, pasando sus famosos juguetes a ser objeto de culto para los coleccionistas.

Museos, referencia obligada
Dado que en España no existe la misma pasión  que en otros países de Europa y Estados Unidos, los coleccionistas no tienen puntos de referencia, por lo que acuden al museo del Juguete en Mallorca que cuenta con más de 3.500 piezas que abarcan el periodo comprendido entre 1870 hasta 1960, de las que 600 están expuestas. Los trenes son un punto importante en la visita a este museo, algunos son de resorte, otros eléctricos, la gran mayoría de estas piezas son alemanas y otras españolas como los de la casa Payá, etc. Éste museo fue posible gracias a la aportación de un coleccionista privado, Antonio Roig, a esto hay que añadir pequeñas donaciones particulares. En este mismo museo se pueden ver unas magníficas casitas de muñecas  artesanales que se fabricaban en Mallorca a principio del siglo pasado por encargo de familias ricas a los ebanistas mallorquines, son piezas únicas.

La Fundación Museo Valenciano del Juguete instalada en la antigua fábrica de Payá Hermanos en Ibi es el principal centro español del juguete y concentra en la actualidad más del 60% de la producción nacional. Todo empezó cuando los hermanos Payá fundaron a principios de siglo XX la primera firma juguetera local. “Los juguetes mecánicos -explica José Pascual, director del museo- fueron los que tuvieron una mayor representación en Ibi. Este museo cuenta con unas 3.500 piezas de las que en exposición permanente hay unas 450 piezas. Las piezas más antiguas son dos payasos fabricados en 1910 por la empresa alemana Günthermann, y las más apreciadas por los visitantes una colección de automóviles deportivos de lata”.

Como hemos apuntado, los juguetes han despertado el interés de los museos como es el caso del Museo Nacional de Antropología de Madrid cuentan con más de 3.000 juguetes, de los que algunos son donaciones de particulares. Entre el fondo de juguetes de este museo cabe destacar un coche de hojalata de los años 30, Bugati de la firma Payá, que es una pieza muy buscada por los coleccionistas.

También en Gerona existe un Museo de la Historia Juguete que se debe a la labor de un coleccionista, Tomás Pla, con más de 300 piezas que van de 1870 a 1970. Según su director Vicens i Tarré los juguetes de cuerda son los más apreciados, aunque señala que los precios ya no son razonables. “Muchas veces –dice- soy el primer asombrado al ver lo que se puede pagar por un juguete, son verdaderas barbaridades”. Entre las donaciones destaca un coche de juguete de madera Renault 4 por 4 posiblemente fabricado por la casa Sauquillo de Dénia, por el que muchos coleccionistas estarían dispuestos a pagar más de 6.000 euros.

Juguetes de madera
Cientos de españoles, brasileños, indios, así como niños de Suiza, Holanda Belgica o Inglaterra disfrutaron del juguete de madera de Dénia en los años de la República española. “Tenemos más de 1.000 juguetes de los que unos 600 están expuestos, explica  Josep A. Gisbert, director del Museo del Juguete de Dénia El 99 por ciento son de madera producidos entre 1904 y 1960”. A partir del año 1904 la fábrica Metalúrgica Hispano-Alemana, de los Ferchen (mercaderes germanos), producían juguetes de hojalata litografiada, y La Universal de Bordehore. Diez años después Pedro Riera Mulet, abría otra nueva fábrica de juguetes de madera los “Jugendstil”.

En la década de los veinte el empresario, Fernándo Sauquillo, fabrica vehículos con la marca “Juguetes Sport”. Más tarde los temas de la factoría Disney se mezclan con los tradicionales. Juguetes importantes son los fabricados por José Monllor Linares, Esteban Giner (veleros y los lujosos cruceros), los de las fábricas Barceló, Portolés y Cía (Calabuig), Oliver, Riera y Cía, Vicente Llobell, Pedro Riera, Ricardo Jans, Enrique Sauquillo o Diego Ivars. “Casi un 15 por ciento de los juguetes ingresan como donación o depósito, según Josép A Gisbert, el resto son adquisiciones realizadas en subastas de Madrid, Sevilla, Barcelona y Bilbao”.

Cómo conservar los juguetes
Los juguetes de metal deben estar en ambiente lo más seco posible para evitar la oxidación. Las  locomotoras de vapor son las más propensas a sufrir daños ya que el calor de la caldera quema la pintura y si no se vacía se oxida. La hojalata se puede descomponer cuando las impurezas que hay en el plomo llegan a oxidarlo, además tiene otro problema las abolladuras, por lo que su manipulación debe ser exquisita. Quitar las pilas a los juguetes, la corrosión produce  problemas irreparables. Para limpiar este tipo de juguetes de metal se hace con un trapo suave impregnado en aceite.

La pasta de composición (cartón y papel de seda) se puede agrietar, encoger y romper en ambientes muy secos, también hay que tener en cuenta que esta pasta va, en general, sobre un armazón de alambre que es sensible a la humedad. Los juguetes de plástico se derriten y pierden su forma con el calor. En cuanto a los juguetes de madera no debemos mojarlos ya que los colores que empleaban para pintar estos juguetes son al agua. Como norma general para todos los juguetes no exponerlos a la luz directa del sol ni a focos de luz potente sobre ellos ya que los colores terminarían desapareciendo.

Imágenes Durán (precios de salida)

1 Muñeca alemana, marcas en la nuca de: Germany / Heinrich / Handwerck / Simon & Halbig / 4 1/2. Cabeza de porcelana con ojo durmiente de cristal, boca abierta y peluca de pelo natural. Cuerpo articulado de composición. Deterioros y restauraciones en cuerpo y párpados. Vestido y gorro antiguos. 66 cm. altura. Feb.2008
Precio de Salida: 1.100€

2 Lote formado por tres juguetes de hojalata litografiada: un coche de bomberos, unos leñadores serrando un tronco y un tiovivo. Todos en funcionamiento. Deterioros. Abril 08
Precio de Salida: 90€

3 Seis coches de juguete en sus cajas originales. Marcas: M’A’RKLIN (camión azul y gris), CORGI TOYS (Riley Pathfinder Saloon rojo), QIRALU (Porsche coupé rojo y gris), MERCURY (Lancia Flaminia negro y gris) y LESNEY (Models of yesterday: Rolls Royce «Silver Ghost» verde y 1908 Mercedes crema). 16 cm. largo mayor. Marzo 2008
Precio de Salida: 100€

4 Lote de seis coches de juguete en sus cajas originales. Marcas: CIJ (Ambulancia Renault blanca), SOLIDO (Maserati «250» Vettura rojo y Vanwall-F1 verde), QUIRALU (Simca Marly gris y azul), MERCURY (Lancia Fulva Coupé rojo), LYON-TOYS (D.K.W verde). 10,5 cm. largo mayor. Marzo 2008
Precio de Salida: 100€

5 Muñeco antiguo con cabeza realizado en composición y lienzo. Ojo durmiente y boca abierta. Sistema de voz. Ligeros deterioros. 54 cm. altura. Nov 2008
Precio de Salida: 120€

6 «Mariquita Pérez». Muñeca española creada por Leonor Coello. Años 40. Peluca de pelo natural y ojo durmiente. Deteriorada. 45,5 cm. altura. Mayo 08
Precio de Salida: 500€

7 Autómata eléctrico, C. 1940. Personaje ebrio apoyado a una farola, con botella rota a sus pies. Roces en cara y manos. Base tapizada adaptado a la corriente eléctrica. En funcionamiento. 90 cm. altura. Julio 08
Precio de Salida: 850€

8 «Maricela», muñeca creada en 1948 por Santiago Molina en Onil, Alicante. Es de cartón piedra con peluca de cabello natural y ojo durmiente. Antiguo sistema andador de madera. Ropa original. 43 cm. altura. Nov 2008
Precio de Salida: 250€

WEB recomentada de Raimundo Payá Moltó, biznieto del hojalatero Rafael Payá Picó http://juguetesantiguosdeibi.blogspot.com