Organizada por la Consejería de Cultura y Turismo de Madrid

La exposición reúne cerca de sesenta piezas creadas con un denominador común: la experimentación
Esta es la primera de una serie de monográficos dedicados a artistas destacados del panorama madrileño

La Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid presenta, del 28 de noviembre al 11 de enero, en la Sala Alcalá 31, la exposición monográfica del pintor Juan Ugalde (Bilbao, 1958), titulada Viaje a lo desconocido. La muestra, comisariada por Mariano Navarro, es la primera de una serie de exposiciones monográficas y de revisión, dedicadas a artistas destacados y de reconocido prestigio dentro del panorama artístico madrileño actual.

Viaje a lo desconocido, un título que hace referencia tanto a una célebre serie de televisión de los años sesenta, como a una expresión del propio Juan Ugalde –“la pintura como viaje a lo desconocido”–, presenta la obra última del autor, cuadros pintados en los dos últimos años y videos producidos en lo que va de siglo, junto a una cuidada selección de sus pinturas de los años ochenta y primera mitad de los noventa, más cuatro series de cartulinas realizadas en los ochenta, año 1992, año 1998 y años 2000 y 2003. Una exposición, pues, que reúne cerca de sesenta piezas y confronta y coteja obras de tres décadas distintas que tienen un denominador común, dicho con sus palabras: “Me he metido en la nueva obra con ganas de experimentar, de pintar, retomando algunos de los planteamientos de los ochenta, del delirio, de ir a ver lo que sale, la pintura como viaje a lo desconocido”.

Hace ya casi tres años, en la primavera de 2006, Juan Ugalde decidió dar un giro tanto substancial como instrumental a su trabajo. Abandonó el uso de la fotografía en blanco y negro, ampliada a las dimensiones del lienzo, como soporte imaginario y físico de la pintura –que había caracterizado su obra durante casi una década–, y regresó a una práctica directa e inmediata del hecho de pintar; al tiempo, que variaba su argumentario, para sin necesidad de silenciar las motivaciones sociales y civiles que le caracterizaban –nunca ha confiado en el pintor confinado en el estudio–, ampliar su sintaxis y, desde luego, sus cualidades pictóricas.

Al mismo tiempo, ha intensificado la intervención del ordenador, tanto en la realización del dibujo previo a la pintura, que luego es incorporado al cuadro, por medio de la proyección y la réplica, como, de manera del todo independiente, genera videos de animación.

La exposición se completa con un amplio catálogo que reproduce la obra expuesta, a la que suma –acompañada de un texto del crítico cubano Dennys Matos– piezas de los años 1995 a 2002 no incluidas en la muestra, y una biografía del artista, redactada por Marina Álvarez e ilustrada con imágenes, muchas de ellas inéditas, del archivo del artista. El diseño del catálogo así como el de montaje es de Andrés Mengs.

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