La réplica de la La Cueva de Ekain, en Zestoa-Deba, Gipuzcoa, abre sus puertas  tras  ser inaugurada por el Lehendakari Ibarretxe junto a la Presidenta de la Fundación Ekainberri y  Diputada Foral de Guipuzcoa, María Jesús Aranburu, acompañados por el antropólogo, Jesús Altuna, responsable del proyecto desde 1985. La cueva de Ekain fue descubierta en 1969 y contiene en su interior pinturas prehistóricas fechadas en más de 14.000 años. Las excavaciones pusieron al descubierto una estratigrafía iniciada en los comienzos del Paleolítico Superior, así como numerosos útiles y restos óseos, correspondientes a la alimentación de los habitantes de la cueva.

El mayor atractivo de esta cueva radica en los murales de pinturas prehistóricas, en los que se ven reflejados animales de caza, como caballos, cabras montesas y ciervos. Todo ello ha hecho que Ekain fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en junio de este mismo año.

Con el objetivo de salvaguardar este tesoro, vulnerable ante una exposición masiva de visitantes, se ha construido una réplica exacta de la cueva que permite transmitir la riqueza cultural sin cuasar un daño irreversible para las generaciones venideras. La réplica de Ekain se localiza en el valle de Sastarrain, a medio kilómetro de la cueva original.

A fin de conservar aún mejor el santuario original, si cabe, y difundir este bien cultural, sin ponerlo en riesgo, se ha realizado esta réplica a la entrada del valle de Sastarrain, 600 metros antes de llegar a la cueva original. Los aparcamientos para visitarla se sitúan en el pueblo de Zestoa, a 1.200 metros de la cueva original.

Antes del inicio de las obras se ha hecho un plan especial de todo el valle citado, que lo protege plenamente. El edificio que alberga la réplica ha sido proyectado por el arquitecto municipal José María Alberdi. La réplica ha sido realizada por Renaud Sanson. La dirección de la misma corre a cargo del profesor Jesús Altuna.

La excavación puso al descubierto una estratigrafía que se inicia en los albores del Paleolítico Superior, con algunas evidencias Chatelperronienses. La datación de radiocarbono ha arrojado una edad superior a 30.600 años BP. Sigue un nivel IX con numerosos restos de osos de las cavernas y alguna pieza de aspecto auriñacoide. En el interior de la cueva hay muchas huellas de tales osos: hoyos de invernización, zarpazos, pulimento de rocas en pasos estrechos etc. El nivel VIII muestra la desaparición del oso de las cavernas y contiene algunas piezas de industria poco significativas.

Es el nivel VII el que inicia la intensa presencia del hombre en la cueva. Pertenece al Magdaleniense Inferior. Las dataciones del nivel oscilan entre los 16.500 y los 15.500 años BP. La ocupación humana se localiza en el vestíbulo y proporcionó cuatro hogares, en torno a los cuales se hallaba la mayor parte de los útiles y restos óseos de alimentación de los habitantes de la cueva en esa época. Las industrias son líticas y óseas. Proporcionaron más de 300 útiles, además de numerosos restos procedentes de la talla de los mismos. El carácter especializado de la industria tanto ósea como lítica, es propio de un grupo de cazadores más que un utillaje «doméstico» de una habitación continuada durante mucho tiempo, en que se realizan todo tipo de funciones. Los restos óseos de ungulados indican que se alimentaban preferentemente de ciervas y cervatillos recién nacidos. Al no haber cervatillos de 6 a 10 meses, se deduce que el hombre no moraba en la caverna durante el invierno.

Las industrias del nivel VI, datado en 12.050 años BP, muestran su pertenencia al Magdaleniense Superior. Hay arpones típicos de esta época.En este nivel están especializados en la caza de cabras monteses, cambiando así los lugares de caza a los roquedos abruptos del macizo de Izarraitz, próximo a la cueva. El asentamiento humano sigue teniendo carácter estacional.En este nivel apareció una plaqueta de arenisca, grabada con una cabra montés, un ciervo y un caballo. La realización de las figuras del santuario se ha atribuido a los habitantes de este período cultural.

Los estratos superiores de la cueva pertenecen al período Aziliense, en el que el clima y el medio, postglaciares, y con ellos las formas de vida de los hombres, varían totalmente.

Todas estas investigaciones fueron publicadas por J. Altuna y J. M. Merino en 1984, con la colaboración de un equipo interdisciplinar que estudió la palinología, sedimentología, geología, arqueozoología y otros aspectos del yacimiento.

Inauguración  de la réplica de la Cueva de Ekain, 11 de septiembre de 2008

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