El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía presenta la mayor y más completa exposición retrospectiva dedicada hasta el momento a Paula Rego (Lisboa, 1935). Esta artista, cuya obra ya ha sido reconocida internacionalmente y está presente en las principales colecciones de arte contemporáneo, no había contado todavía con una gran exposición en nuestro país.

Exposición del 25 de septiembre al 30 de diciembre de 2007

Comisariada por el historiador del arte y comisario independiente Marco Livingstone, reúne 89 pinturas —incluidos los monumentales pasteles que constituyen su medio predilecto desde 1994—, 44 aguafuertes y litografías, 5 libros y 64 dibujos, muchos de los cuales son estudios para pinturas y grabados que aclaran en gran medida el proceso a través del cual resuelve sus pinturas.

El trabajo de esta artista ya había sido expuesto en diversas muestras individuales a través de grupos específicos de pinturas nuevas, como hizo el Museu Serralves de Oporto en 2004, o de obras realizadas en un único medio (como en Paula Rego: Printmaker, retrospectiva completa de sus grabados expuesta en distintas sedes el Reino Unido desde 2005).

Asimismo, la Tate Liverpool y el Centro Cultural de Belém de Lisboa, organizaron en 1997 sendas retrospectivas.

En esta ocasión, el Museo Reina Sofía ha querido realizar una revisión completa de la obra de Paula Rego en todas las técnicas que utiliza: pintura, grabado, collage y dibujo, de manera que sea posible explorar en profundidad la interrelación de sus diferentes métodos, así como su evolución como artista.

A la hora de mostrar el trabajo de esta artista de implacable inventiva, con un ritmo de trabajo enérgico e intenso, se ha hecho necesario preparar una exposición de gran escala, en la que el visitante pueda sumergirse en la visión de la vida que Rego propone. Con punzante honestidad y fidelidad a su propia experiencia del mundo —inspirada en los recuerdos de su solitaria pero mágica infancia en Portugal y en los muchos papeles que ha asumido en esta última fase de su vida, incluidos los de amante, esposa y madre—, su creación resulta intensamente humana y conmovedora. De hecho, algunos sectores feministas la han aclamado por su modo de expresar la experiencia femenina.

Su perpetuo sondeo de las ramificaciones psicológicas de los ritos de paso a los que todos estamos sometidos, desde el nacimiento hasta la muerte, la convierte en una de las pocas pintoras modernas cuyo arte gira en torno a la vida misma. Los predecesores que reivindica, Goya y Hogarth, también se centraron en revelar tanto lo mejor como lo peor de los seres humanos.

EL RECORRIDO EXPOSITIVO
Esta exposición estudia en profundidad los hitos de la trayectoria de la artista a través de importantes grupos de obras de cada período. El recorrido comienza con una Life Painting (Pintura del natural) realizada cuando aún estudiaba en la Slade, en 1954, y continúa con las pinturas y collages políticos alimentados por el odio hacia el régimen de Salazar realizados casi a modo de monólogo interior, con un estilo muy libre, de la década de los 50 y principios de los 60.

Tras una pausa en la que se centró en su vida familiar, el montaje se reanuda a principios de los 80 con obras de gran formato y fluida ejecución, pintadas en acrílico sobre papel, como El mono rojo pega a su mujer, de 1981, en la que animales que recuerdan a los cuentos infantiles recrean dramas humanos que resultan, de manera alternativa, increíblemente divertidos y profundamente angustiantes. El importante cambio que se produjo en su obra en 1986 con la secuencia sin título de imágenes de Niña y perro, está ilustrado tanto mediante ejemplares de la propia serie como a través de las importantes pinturas que le siguieron, como Las criadas, 1987 (inspirada en la obra de Genet), La hija del policía, 1987, y La familia, 1988, obras clave que contribuyeron a establecer su reputación.

En la última y más inquietante sección se presentan los pasteles de gran formato por los que tal vez sea más conocida en la actualidad, empezando por la serie Mujer perro e incluyendo su muy apreciado Avestruces bailarinas de Fantasía de Disney, 1995, obras de la secuencia El crimen del padre Amaro de 1997-1998, ejemplares de la serie Aborto de 1998-1999, y obras capitales de 2000-2003 inspiradas en varias fuentes literarias incluidas Jane Eyre, de Charlotte Brontë, La Metamorfosis de Franz Kafka, historias de Hans Christian Andersen y la desgarradora obra de Martin McDonagh, El hombre almohada. En la última sección de la exposición se ofrecen pinturas nuevas que se exponen en España por primera vez.

En esta secuencia cronológica de pinturas se integran grupos sustanciales de sus grabados publicados, que desde finales de 1980 constituyen una parte considerable de su producción, así como una cuidada selección de los aún más abundantes dibujos a través de los que prepara sus pinturas y prueba sus ideas plásticas. La serie que se presenta incluye aguafuertes y aguatintas, como los que ilustran Nursery Rhymes de 1989, Peter Pan de 1992, Pendle Witches, de 1996, Children´s Crusade de 1996-1998, y las majestuosas litografías de Jane Eyre de 2001-2002.

Con motivo de la celebración de la muestra, se ha editado un extenso catálogo que ilustra todas las obras seleccionadas e incluye una introducción del comisario, Marco Livingstone, una entrevista con Paula Rego realizada por él mismo, un ensayo del prestigioso escritor e historiador de arte Robert Hughes y comentarios de la propia artista sobre muchas de las obras expuestas.

ACTIVIDADES PARALELAS
El Departamento de Educación ha organizado un nuevo programa de actividades titulado “Encuentros con artistas” que se inaugura con el “Encuentro con Paula Rego”. En esta ocasión la actividad consistirá en una entrevista del comisario de la muestra, Marco Livingstone, a la artista, que tendrá lugar el miércoles 26 de septiembre a las 19.00 horas en el salón de actos del Edificio Sabatini, con entrada libre y aforo limitado.

Esta propuesta quiere acercar aún más al público a los artistas contemporáneos a través de encuentros que se concretan en entrevistas, talleres, conversaciones… a los que se invita a los interesados a participar y conocer personalmente a quienes exponen su trabajo en el Museo. Tras esta primera cita, se han programado encuentros con Andy Goldsworthy y Damasceno, de quienes se realizarán sendas muestras en octubre de 2007 y febrero de 2008.

DATOS BIOGRÁFICOS
Paula Rego nació en Portugal en 1935 y viajó a Inglaterra a principios de la década de 1950 para estudiar primero en un colegio y luego en la Slade School of Fine Art. Desde entonces, Londres es su ciudad de residencia principal. Ajena a las modas pasajeras, su reconocimiento internacional como artista le ha llegado después de cumplir los cincuenta años. En 1990 fue elegida para la primera plaza de Artista Asociado que concedió la National Gallery. Esto le facilitó un conocimiento directo de la mejor pintura europea, desde antes del Renacimiento hasta finales del siglo XIX, que en muchos casos aparece en su obra subsiguiente.
Consumada maestra del dibujo, está reconocida como una de las pintoras figurativas en activo más destacadas, con una producción artística muy imaginativa enraizada en sus experiencias y recuerdos personales, sus siniestras fantasías, la tradición pictórica, la historia del arte y de la literatura, así como la observación directa. A lo largo de su carrera ha recibido el grado de doctora honoris causa en Letras por distintas universidades y la Gran Cruz de la Orden de Sant’Iago da Espada de manos del presidente de Portugal. En 2004 el servicio postal británico emitió un juego de sellos que reproducía sus litografías para Jane Eyre.
Su obra está presente en las colecciones del British Museum, la Colecçao Berardo, el Frissiras Museum, el Metropolitan Museum of Art, el Museu Serralves, la National Gallery, la Saatchi Gallery, la Tate y el Victoria and Albert Museum, entre otros centros.

SELECCIÓN DE TEXTOS DEL CATÁLOGO
“La evolución de Paula Rego como artista es una historia de giros inesperados, saltos de fe imaginativos y zambullidas intuitivas en lo desconocido. La única constante que ha mantenido unidas sus investigaciones, estilísticas y técnicamente heterogéneas, ha sido la fidelidad al drama humano no sólo como el más acuciante de sus asuntos, sino como la fuerza y razón de ser de su arte. Desdeñando la mayoría de los imperativos artísticos entronizados en su época, ya fueran la abstracción, el movimiento conceptual o el uso de medios mecánicos y ópticos como la fotografía o el vídeo, Rego ha practicado tenazmente la pintura figurativa bajo formas muy diversas. Tras los comienzos en un estilo representacional un tanto ingenuo, pasando después sucesivamente por un post-surrealismo fracturado, una ilustración de fantasía minuciosa y a veces caprichosa, una improvisación caricaturesca y finalmente un nuevo naturalismo, más asentado en la observación pero todavía nutrido por una imaginación exuberante, ella misma reconoce que a primera vista sus cuadros podrían parecer obras de artistas distintos.”
Marco Livingstone

“… Paula Rego es una pintora que pinta historias. Cada una de sus pinturas, dibujos y grabados narra algo. No tiene porqué ser una historia conocida, ni siquiera comprensible al primer golpe de vista. Unas son muy personales, aunque no totalmente privadas. Otras hablan de hechos públicos y de los problemas morales y sicológicos que plantean: tal es la serie de pinturas y aguafuertes sobre el tema del aborto que hizo hace pocos años, cuando estaba estrictamente prohibido bajo el código penal portugués. Algunas se refieren en términos más generales a la política de un estado policial. Otras son más bien dramas de guardarropía basados en cuentos mágicos o populares portugueses que se contaban en su círculo familiar, recuerdos de infancia. Aún otras son adaptaciones libres y peculiares de narraciones pictóricas anteriores, como el Marriage à la Mode de William Hogarth, o de clásicos literarios: la Metamorfosis de Franz Kafka, la Jane Eyre de Charlotte Brontë o El crimen del padre Amaro, la novela del portugués José Maria Eça de Queirós (1845-1900).”
Robert Hugues

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